Emmanuel Macron ha hablado por telĂ©fono esta tarde con el presidente iranĂ, Hasan Rohani, para asegurarle, en nombre de Francia y de toda la UniĂłn Europea, "la voluntad de seguir aplicando el acuerdo nuclear en todas sus dimensiones", tras la ruptura del mismo por parte de Estados Unidos. SegĂşn un comunicado del ElĂseo, el presidente francĂ©s ha subrayado, durante la conversaciĂłn, la necesidad de que Irán siga tambiĂ©n respetando el acuerdo.
Los dos presidentes se han mostrado de acuerdo en "seguir trabajando conjuntamente" con todos los paĂses interesados en "mantener en pie el acuerdo nuclear y preservar la estabilidad" de Oriente PrĂłximo.
Macron ya sabĂa que Donald Trump pensaba romper el acuerdo de desarme nuclear trabajosamente alcanzado por su antecesor, Barack Obama, la UniĂłn Europea y el Gobierno iranĂ. Durante su reciente viaje a Washington intentĂł convencer a Trump de que reconsiderara su decisiĂłn, pero fracasĂł. El anuncio del presidente de Estados Unidos, aunque esperado, ha sentado muy mal en ParĂs. Por sus potenciales consecuencias geopolĂticas y, sobre todo, por sus consecuencias econĂłmicas.
Francia tiene importantes intereses comerciales en Irán. El grupo automovilĂstico PSA (Peugeot y CitroĂ«n) vende en ese paĂs casi 500.000 coches anuales, acumula el 30% del mercado y en 2015, tras el acuerdo sobre la renuncia de Teherán al armamento nuclear, habĂa realizado importantes inversiones. Renault, que vende en Irán unos 300.000 vehĂculos al año, se encuentra en situaciĂłn similar. Un caso aĂşn más grave es el de la empresa aeronáutica europea Airbus, que tiene encargados un centenar de aviones por parte de las lĂneas aĂ©reas iranĂes, por un importe cercano a los 10.000 millones de dĂłlares. La petrolera Total, las constructoras Bouygues y Vinci y la sociedad de telefonĂa Orange acababan tambiĂ©n de firmar contratos en Irán.
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